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Foto del escritorJuan Martín Salamanca

Un viaje escénico con tintes radiofónicos para jugar con Cortázar

Natalia Menéndez dirige esta obra a base de textos del argentino pergeñada por Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis, que comparte reparto junto a Pablo Rivero


I-D: Natalia Menéndez, Pablo Rivero, José Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis. CULTURA Y TAL

“En estos tiempos necesitamos gente pacífica y que no sea pesada, que nos lleve de la mano para ofrecernos luz”. Así defiende Natalia Menéndez la importancia de la literatura de Julio Cortázar (Bélgica, 1914 - París, 1984) para hacernos volver “a creer en el ser humano”.


Menéndez dirige Cortázar en juego, montaje que José Sanchis Sinisterra y Clara Sanchis han elaborado a base de textos del escritor argentino y que podrá verse en el madrileño Teatro de La Abadía del 23 de octubre al 7 de noviembre.


A través de dos locutores de radio en una emisora anclada en la década de los 70 —cuando la voz permitía “un espacio más íntimo que en el mundo tan visual de hoy”—, la obra va encadenando diferentes textos del autor argentino. Desde la pieza de teatro radiofónico Adiós Robinson se van encadenando situaciones en las que los protagonistas se transforman, a veces a la vista del público, a veces entre bambalinas, en los personajes de cada relato, dejando siempre miguitas de pan que permiten conectar de forma lógica una escena con otra, pero nunca de la misma manera, ha explicado Menéndez durante la presentación de la pieza.


La propia Clara Sanchis compone el elenco de esta obra junto al actor Pablo Rivero, quien se dio a conocer por su papel de Toni Alcántara en la serie Cuéntame. Una propuesta en la que se cuelan tres voces invitadas por desvelar y que es al mismo tiempo un viaje y un juego en el que “vuelven a ser niños” y al que invitan al público, pues Cortázar “permanentemente está metiendo el niño dentro”.


Cuentos como Casa tomada, varios de sus manuales de instrucciones, el comprometido Graffiti, que escribió desde su exilio parisino bajo la dictadura militar argentina, o fragmentos de su novela más reconocida, Rayuela, se unen en el montaje a otros textos o perlas como Lucas, su arte nuevo de pronunciar conferencias, protagonizado por ese alter ego del escritor que creó en Un tal Lucas.


Pablo Rivero y Clara Sanchis forman el reparto de 'Cortázar en juego'. CULTURA Y TAL

Así se articula este “juego de muñecas rusas” con el que padre e hija, José y Clara Sanchis, recuperan la lectura dramatizada de textos del autor que organizaron hace una década en Casa de América para conmemorar su centenario y que ahora han puesto en manos de Natalia Menéndez, quien reconoce que tanto para los que conocen al autor argentino como para los que no, se trata de “una de las inmersiones más fascinantes” que ella ha sentido “en una dramaturgia”.


Un montaje de Entrecajas Producciones que supone la “cuarta reincidencia” de Sanchis Sinisterra con Cortázar, como ha reconocido el dramaturgo, quien se inició en los 80 —todavía en vida del escritor— con una primera adaptación de Rayuela en Carta de la Maga al bebé Rocamadour, no sin dificultades previas a cuenta de la cesión de los derechos de la novela para poder llevarla a cabo.


Durante la presentación, Sanchis Sinisterra ha enfatizado la “riqueza teatral” de los textos del argentino —cuya literatura “supuso oxígeno” para los lectores españoles “en el final del franquismo”—, así como el humor, poética y sensualidad de su palabra. También ha destacado el compromiso del autor argentino, que ha abogado por dar a conocer entre las nuevas generaciones, “con todas las causas justas de la época”, sobre lo que ha incidido Natalia Menéndez, que considera que para éste “la rebelión está en el arte y en el amor”.


Así, en Cortázar en juego “se conjuga el dolor y el erotismo, lo áspero y lo más suave, jugando con el contraste”, ha defendido la directora. “Si se llora, se llora; si se ríe, se ríe”, ha abundado, al tiempo que ha enfatizado el juego del autor “con lo consciente, lo inconsciente y lo subconsciente”.


UNA OBRA QUE BUSCA "UN ESPECTADOR JUGADOR"


Por su parte, Clara Sanchis, coprotagonista y corresponsable de la dramaturgia, ha reclamado un “espectador jugador” acorde al “lector jugador” al que se dirigía el escritor, a la vez que ha ensalzado el trabajo “sensorial” y “muy físico” desarrollado por Menéndez como directora.


Mientras, su compañero de elenco, Pablo Rivero, ha reconocido que está viviendo todo este proceso “como un disfrute”. “Me ha llegado esta propuesta en un momento en el que puedo valorarlo desde el juego y no sentirme comido por la exigencia y el agobio ante estos referentes”, ha explicado el actor y novelista.


En paralelo a esta obra, tres librerías de la capital —Rafael Alberti, Enclave de Libros y Halcón Maltés—, están desarrollando clubes de lectura de obras de Cortázar que se reunirán a lo largo del curso en el Teatro de La Abadía, ha explicado su director artístico, Juan Mayorga, quien se ha referido al autor de Rayuela como “un libertario”.


Cortázar en juego supone el segundo capítulo de la trilogía de autores latinoamericanos que inauguró Borges y yo, recuerdo de un amigo futuro, de Hanna Schygulla, y que cerrará en diciembre Natalia, de La Chana Teatro, basado en textos de Juan Rulfo. A esto se sumará, como ha avanzado Mayorga, un futuro montaje dedicado a otra de las grandes figuras de la literatura de Hispanoamérica, el Premio Nobel mexicano Octavio Paz.

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