'Technoboys', disfraz de parodia woke para reír por la diversidad
Luis Gerardo Méndez se estrena en la dirección con una comedia ligera que desnuda el postureo y evidencia prejuicios siguiendo los pasos de otras cintas que ya han hecho humor de la deconstrucción del patriarcado
No es la primera vez que el audiovisual recurre al humor y la parodia para promover valores de diversidad y ridiculizar al tiempo el modelo patriarcal. Hay ejemplos muy sonados como Machos Alfa, la serie española creada por los hermanos Alberto y Laura Caballero para Netflix. También otros que quizá hayan caído más pronto en el olvido, caso de algunos de los muchos títulos que encadena como protagonista el cómico Leo Harlem (Como Dios manda, La familia Benetón). Desde este mes de septiembre se suma una nueva producción, también en la plataforma Netflix, y con sello mexicano.
Technoboys, que quizá se podria encajar más en ese grupo de las destinadas a un olvido prematuro, aunque en versión mexicana, supone el debut en la dirección de Luis Gerardo Méndez, quien también la protagoniza, dando pie así a su reencuentro en la pantalla con Karla Souza, un dúo que ya hizo reír al público con la exitosa Nosotros los Nobles (2013). Esta vez no les toca hacer de hermanos ricos condenados a la vida humilde por un padre desesperado por inculcarles valores y forzarlos a valerse por sí mismos. Ahora son estrellas de la música pop, una en pleno auge y el otro en franca decadencia, a las que unen viejos rescoldos de pasión.
Después de hacerse un hueco en el mercado estadounidense con su aparición en la serie ¿Cómo defender a un asesino? (Netflix) y de presentarse al público español a ritmo de Hombres G en la comedia musical Voy a pasármelo bien (Prime Video) -donde compartió elenco con Raúl Arévalo o Dani Rovira-, Souza vuelve a la comedia en su país para dar vida a Melena, una exitosa artista que, como otras figuras reales de la canción latina, ha ido adaptando su repertorio hacia las tendencias actuales, donde el reguetón parece hacerse cada día más preponderante. Un look y outfit urbanos acompañados de un bronceado descaradamente falso con el que se presenta ante sus fans como referente de los pueblos indígenas y activista contra el colonialismo, la primera de las cargas de profundidad que la película incluye en su discurso a favor de la diversidad y contra el postureo de la industria discográfica bajo su apariencia de parodia de los ideales woke y recurriendo, con notable efectivdad, al humor ligero y la trama sencilla.
En ese éxito a la hora de sacar la carcajada del espectador juega un papel clave la figura de Méndez, que además de estrenarse como codirector junto a Gerardo Gatica (Dime cuando tú, 2020), vuelve a exhibirse como actor de comedia, un perfil en el que se desenvuelve como pez en el agua -con alguna incursión también en Hollywood (Los Ángeles de Charlie o Criminales en el Mar)-, aun a riesgo de haberse encasillado lejos de roles dramáticos con muchas capas para los que también demuestra aptitudes, como pudimos ver en su papel de policía corrupto pero con conciencia en la última temporada de Narcos México. Tras dirigir un par de epsiodios de la serie Club de Cuervos -hilarante sátira del mundo del fútbol profesional en la que participaba un Joaquín Ferreira también presente en Technoboys-, Méndez se ha lanzado con un largometraje con su productora, Cine Vaquero, cuyo socio es precisamente Gatica.
"Desde que actué en mi primer película hace 20 años tuve una curiosidad profunda por estar del otro lado de la cámara. Siempre fui muy abierto con mis directores sobre ese deseo de dirigir, y todos fueron increíblemente generosos estos años al compartir su conocimiento. He tenido la fortuna de tener grandes mentores que me han ayudado a dar este salto", señala el actor y director en el material promocional facilitado por Netflix.
RESUCITAR UNA BANDA NOVENTERA ACABADA
Luis Gerardo Méndez interpreta en Technoboys a Alan, líder de uno de esos quintetos masculinos que en los 90 lideraron la industria musical. Tras haber caído en el olvido, Alan y su representante, al que da vida Gabriel Nuncio se proponen resucitar la banda, enfrentándose no sólo a los estragos del tiempo en sus integrantes, sino también a la evolución de la sociedad. Es ahí donde la supuesta parodia woke escrita por Alexandro Aldrete, que en la pantalla evidencia el personaje de Méndez, muy pendiente de deconstrucción, se muestra en realidad como un canto a la diversidad -con un destacado papel de la chilena Daniela Vega, la primera mujer trans en presentar una gala de los Oscar- que ha contado con una coordinadora de género en el rodaje a fin de no herir sensibilidades.
Identidad de género y orientación sexual, indigenismo y postureo comercial, crítica a la avaricia y el ego de los grandes tótem de la industria discográfica (con el malvado Masiosare al que interpreta Ari Brickman), afloran entre risas y mucha música, desde Amistades Peligrosas hasta RBD, pasando por los temas oríginales de la cinta que interpretan Technoboys y sus archienemigos, ¡Saborígenes!, todo ello para acabar horneando un hit bailón dedicado a la diversidad, una comedia muy divertida para pasar un buen rato, aunque sólo sea eso, que falta hace.
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