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Foto del escritorJuan Martín Salamanca

Historia de una adicción mortal... al clickbait

Raúl Prieto y Esther Acebo protagonizan Normas para una página de sucesos, un thriller que reflexiona sobre la obsesión por la audiencia y que inaugura la oferta de la nueva plataforma online Divergente


Fotograma de 'Normas para una página de sucesos', el thriller de José Ortuño que inaugura la nueva plataforma audiovisual Divergente
Raúl Prieto, en una escena de 'Normas para una página de sucesos'. DEEPCOMROOTS

“Yo estaba destrozado… mientras grababa”, confiesa a la policía el taimado periodista Leo Leiva en una escena de Normas para una página de sucesos, la nueva película del premiado director sevillano José Ortuño, responsable de anteriores títulos como Nacido en Siria (nominada al Goya como Mejor Película Documental en 2016) o Ánimas (basada en su propia novela). Una cinta que inaugura la nueva plataforma de streaming Divergente con esta historia escrita por la salmantina Nuria V. Martín


Se trata de un thriller rodado en Gran Canaria que expone de manera intensa en una hora —duración marcada por el formato del I Concurso de Guiones Break On Time 59’ del que nace este rodaje— la obsesión con la viralidad y la audiencia en internet, así como la falta de escrúpulos y el sensacionalismo que imperan en algunas de estas publicaciones.


Historia de una adicción mortal es el amarillista titular que escogerá este reportero para su debut en las páginas de sucesos, un exitoso reclamo que lo catapultará de las ignoradas páginas de local que lo tienen malviviendo y a punto de quedarse en la calle, a las muy consumidas de sucesos, aunque para ello deba renunciar a toda ética e incluso a respetar el Código Penal. De esta forma, esa adicción mortal a la que alude su noticia —referida a un toxicómano que pierde la vida en el centro de Las Palmas— sirve de metáfora de la otra peligrosa obsesión que se adueñará de él, en este caso al clickbait y el tráfico en la red.


Raúl Prieto, con una amplia carrera en teatro, cine y televisión (Antidisturbios, El cuerpo en llamas, La señora o Madre), asume el peso de la narración dando vida a Leiva, un periodista que atraviesa una precaria situación laboral que lo tiene al borde de la depresión en un medio digital de información local en la capital insular, hasta que el azar le ponga enfrente un hecho luctuoso, el protagonizado por aquel desafortunado adicto, que se convierte en su primer contenido viral. 


SI NO ENCUENTRAS LA NOTICIA, PROVÓCALA


A partir de este momento, su afán enfermizo por publicar contenido escabroso que genere visitas en la web lo llevará no sólo a buscarlo en cada rincón de la isla, sino incluso a detonarlo, un empeño que sirve para explorar los rincones más oscuros del comportamiento humano y poner el foco en el sensacionalismo y el amarillismo que campea en muchos medios de comunicación, a cuya falta de escrúpulos se suma el hambre morboso de gran parte del público que dispara las visitas a estas noticias frente a otros contenidos más edificantes.


“El viaje de Leo en la película es un viaje de superación, de progreso, aunque no sabe muy bien hacia dónde”, ha señalado el propio Prieto sobre su personaje en una entrevista junto al resto del equipo del filme para Cultura y tal con motivo de su estreno. “En realidad es un viaje hacia la luz —puntualiza—, pero a más luz, también más oscuridad”.


El protagonista de Normas para una página de sucesos rehúsa calificar de tóxico a su personaje, un juicio que prefiere dejar al espectador, pero sí remarca que se trata de alguien que, al inicio de la trama, se encuentra “en un momento muy bajo” y “necesita salir”. “Nada le sale bien y no entiende por qué, sufre una por una todas las lacras de hoy”, expone el actor, quien resalta cómo su personaje es un periodista afectado por una enorme precariedad laboral, con un sueldo que no le alcanza para pagar el alquiler y “a punto de ser embargado”.

El actor Raúl Prieto en una escena de 'Normas para una página de sucesos'
Leo Leiva (Raúl Prieto) se mira al espejo en un momento de la película. DEEPCOMROOTS

Todo ello será el caldo de cultivo de esta transformación, o metamorfosis del juntaletras, de fracasado reportero que escribe sobre la renovación de las farolas del centro de Las Palmas, al popular narrador de crímenes y muertes. La novela de Kafka, como es común en la filmografía de Ortuño, está muy presente en la película, con continuas referencias, aunque en este caso la alusión es más expresa debido a que, sostiene el cineasta, “Leo Leiva es un personaje muy kafkiano”, y todo ello en el centenario de la muerte del autor checo.


La Metaformósis le sirve de aliento a Leo —subraya al respecto Raúl Prieto—. Se dice: puedo transformarme. El problema es en qué te transformes”, advierte el actor, pues este periodista será más exitoso en su trabajo cuantas más líneas transgreda y más carnaza sensacionalista ofrezca a sus lectores.


Si a principios del siglo XX The New York Times presumía de que todas sus noticias eran aptas para publicar —en claro ataque al gusto amarillista de sus cabeceras rivales de Pulitzer y Hearst—, este gacetillero lleva a gala todo lo contrario, premiado incluso por ello por sus compañeros de profesión, una oportuna parodia de tanto premio periodístico que se reparte hoy día con no sé sabe muy qué criterio (¿será solamente envidia de quien escribe esta noticia por no haber sido nunca agraciado? Por si acaso no lo tomen muy en serio).


LA IA, UN PERSONAJE MÁS


En su triunfo será clave la ayuda de la Inteligencia Artificial, otro referente de actualidad con el que la película abre el debate sobre el papel de esta tecnología en el periodismo (¿acabará con el trabajo de los profesionales o simplemente se quedará en una herramienta para facilitar su tarea?).


Un papel, el de la IA, que no estaba en el guion original con el que Martín ganó el concurso, sino que fue aportación del director para “abrir un melón muy grande y muy actual”, como ella misma precisa, mientras Ortuño se zambulle en el debate sosteniendo que se trata de una herramienta que no es buena ni mala en sí misma, sino que esa responsabilidad descansa, no en la tecnología, sino en las personas que la usan. “Es como el cuchillo, igual te sirve para pelar la naranja que para matar a alguien”, secunda Nuria Martín, quien reconoce que, acostumbrada a escribir microrrelatos de cien palabras o trabajar en publicidad, donde la concisión en fundamental, concentrar la historia de Leo en una hora de metraje no le supuso un problema.


Casada con un periodista y con experiencia ella misma como redactora freelance, la temática flotaba en su ambiente familiar —sobre todo a raíz, explica, del torrente mediático que se generó en León, ciudad en la que reside, con el asesinato en 2014 de la entonces presidenta de la Diputación Provincial, Isabel Carrasco—, y en una conversación con amigos surgió el dilema que ronda la cabeza de Leo Leiva en el inicio del filme, guardando la idea para una posible novela, hasta que la convocatoria del concurso Break On Time 59’ le brindó la oportunidad de desarrollarla al fin.


Pero no es el tráfico viral de noticias escabrosas la única obsesión del protagonista de la película, como bien sufrirá su expareja, Naira, interpretada por la conocida Esther Acebo (Mónica Gaztambide, Estocolmo, en La Casa de Papel). Una capa más de thriller en esta intensa película que estrena el formato de una hora para la nueva plataforma Divergente, en que podrá verse de forma gratuita, en este caso apuntando hacia las violencias machistas.

La actriz Esther Acebo en una escena de la película
Esther Acebo interpreta a Naira en 'Normas para una página de sucesos'. DEEPCOMROOTS

Precisamente Acebo defiende la “ventanita a la reflexión” —sobre los límites, la comunicación o cómo nos relacionamos— que abre su personaje, cuyo único objetivo en la película es “que Leo se aleje”. La actriz también reconoce que cuando le llegó el proyecto de esta Normas para una página de sucesos, inicialmente sintió como “algo negativo” su brevedad, idea que ha abonado al ver “cómo sí cabe un historia que está bien narrada y que no deja cabos sueltos” como la construida por Martín y Ortuño.


Completa el reparto el joven Miguel Fernández (Retorno a Lilifor, Física o Química: La nueva generación), aspirante a periodista de sucesos que va hilando con sus preguntas la cinta sin dar la cara casi hasta el final del metraje. Él será quien verbalice en pantalla esas normas que determinan el éxito de una página de acontecimientos trágicos: “titulares sensacionalistas, diversificación, palabras clave, un buen diseño, carga rápida y contenido visual gráfico impactante”.


Fernández reconoce lo “gratificante” y “enriquecedor” que ha sido para él trabajar con dos actores de la talla de Prieto y Acebo. Además, sostiene que su personaje, el del ambicioso y cínico Lucas —ejemplo, mal que le pese a Kapuscinski y por desgracia, de que los cínicos sí valen para el oficio del informador— le ha supuesto un gran reto como intérprete, pues le ha obligado a defender ante la cámara una personalidad totalmente “fuera” de su “rango de moralidad”. “Si el personaje de Esther trata de alejarse del de Raúl, el mío busca justo lo contrario, acercarse a él todo lo posible y a su manera de ver el mundo”.


PELÍCULA RODADA EN GRAN CANARIA


Rodada íntegramente en la isla de Gran Canaria y apoyada por la lanzadera de proyectos audiovisuales ISII Group, Normas para una página de sucesos está producida por Inefable Productions con los servicios de producción de SIA Servicios Audiovisuales, con Lydia Palencia como productora ejecutiva, la dirección de fotografía de Ivana Vladic; Toñi Parrales (La mujer dormida, Mamacruz) como directora de arte y montaje de Fátima de los Santos (La peste).


El director de la cinta admite el desafío que ha supuesto el rodaje, no sólo por tener que concentrar en una hora toda la historia, sino por la reproducción y filmación contrarreloj que han llevado a cabo. “El guion me llegó en junio, lo leí y me pareció fascinante, lo dejé todo, cogí un avión y me fui a Canarias”, asegura, al tiempo que advierte que de no ser por la industria de rodajes tan potente que acoge actualmente el archipiélago gracias, entre otras cuestiones, a todos los incentivos fiscales que ofrece a los rodajes, no hubiera sido posible culminar con éxito el proceso en tan breve plazo.


“Hay mucha infraestructura y profesionales más que preparados para rodar allí, pues acogen tantas producciones, desde cortos de bajo presupuesto hasta la última superproducción de Ridley Scott. Gracias a eso pudimos llegar a tiempo”, ha abundado Ortuño.


Normas para una página de sucesos inaugura la nueva plataforma gratuita de contenidos audiovisuales Divergente, que se pone de largo precisamente este lunes con un gran evento en el Teatro Capitol de Madrid cuyo padrino será el actor Paco León.

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